martes, 20 de abril de 2010

Escuchar la voz

"Mis ovejas escuchan mi voz" (Jn 10, 27)
La voz del Señor Jesús, hoy resucitado, suena donde está el Espíritu y la Iglesia. 
Él dijo que el Paráclito (el abogado y consolador) "que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí" (Jn 15,26). 
Y agrega algo muy interesante en el versículo siguiente: "Ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio" (Jn 15,27).
Ahí está la voz del Señor Jesús, en la Iglesia donde el Espíritu Santo está y se manifiesta porque la gente comprende y celebra la verdad de Jesús, el Salvador; la verdad de la Santísima Trinidad (el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, un solo Dios verdadero); la verdad de la condición humana (pecadores redimidos por Cristo y hechos nuevas creaturas por el Espíritu); la verdad de la Iglesia (Pueblo de Dios y Cuerpo místico de Cristo) que es una, santa, católica y apostólica; la verdad sobre la relación de amor que une a todos los creyentes, vivos y muertos, entre los aún peregrinos en la tierra y los glorificados en el cielo; la verdad sobre el perdón de los pecados (que verdaderamente hay perdón de los pecados, rescate del pecador, transformación del pecador en santo); la verdad sobre la resurrección de los muertos (porque seremos transformados y glorificados por el Espíritu Santo); y la verdad sobre la vida eterna (vida plena y eterna, para glorificar a Dios por siempre en la comunión plena con Él).
Cada oveja puede escuchar la voz del Buen Pastor Jesús aquí. Ojalá le prestemos atención tal como Él se lo merece. Y habiéndolo escuchado le sigamos verdaderamente. Porque el pertenecer a la Iglesia es un don, y en ella porque está unida siempre a la primera comunidad de los apóstoles, y transmite fielmente la verdad revelada, hallamos la verdad completa para salvarnos.

lunes, 5 de abril de 2010

Apóstoles resucitados

Hch 5, 12: "Los Apóstoles hacían muchos signos y prodigios en el pueblo."

¿Son acaso los signos y prodigios de los apóstoles signos de Jesús resucitado?
Si son los apóstoles considerados como superhombres o una especie de
hombres divinizados, hombres-dioses, o algo así, se oscurece la
realidad de la resurrección.
La resurrección de Jesús es algo tan nuevo, que sobrepasa hasta los
prodigios que podamos imaginar. Porque la resurrección abre la nueva
creación, la creación definitiva, es el signo de la nueva creación, es
la obra maestra del trabajo del Padre.
Los prodigios son de este mundo y la resurrección es del nuevo mundo.
Hay que hacer el camino desde este mundo hasta el otro, desde nuestro
estilo de vida al estilo de vida de los resucitados.
Este camino es en fe para nosotros. Significa que es en adhesión a
Dios porque Dios es Dios y hace nueva las cosas. Es en adhesión a Dios
obedeciéndole, pero sin ver nada, sólo creyendo lo que nos anunciaron
los apóstoles: que Jesús ha resucitado. Al aceptar la resurrección se
acepta que Dios tiene la última palabra, tiene la victoria sobre todas
las luchas, tiene el poder sobre el mal, sobre el pecado y sobre la
muerte. Esa victoria y ese poder se muestran en los signos del Señor
vivo, en los prodigios que asombran y abren la mente para acrecentar
el creer en el Señor resucitado.
La obediencia de los apóstoles al Espíritu Santo es el mayor signo de
la vida nueva de los hijos de Dios redimidos por Cristo, opuesta a la
desobediencia de Adán y Eva y de toda la humanidad.
Los signos y prodigios de los apóstoles señalan al pueblo a quién hay
que obedecer. Y hasta que no lo hagan no vivirán camino a la
resurrección. Si pretenden sacarle a Dios favores para vivir en este
mundo con menos problemas pero sin querer su voluntad sobre todo,
siguen muertos.